Hay tradiciones que no se inventan, se cultivan. Valle de Curicó, cuna de historia vitivinícola y tierra donde el vino se celebra con alma, ha sido distinguida con el Sello de Buenas Prácticas “Vendimias de Chile” 2025, otorgado por Enoturismo Chile y CORFO, en reconocimiento a su excelencia organizativa, autenticidad cultural y compromiso con la sostenibilidad.
La certificación fue entregada en una ceremonia realizada en el Palacio Pereira de Santiago, donde el Valle de Curicó fue destacada como la única comuna del Maule en recibir este reconocimiento. El sello no solo refuerza su posicionamiento como una de las grandes anfitrionas del vino chileno, sino que también enaltece su legado como sede de la vendimia más antigua del país, con 36 ediciones, y como modelo de trabajo conjunto entre la Municipalidad de Curicó, la Corporación Cultural y la Ruta del Vino Valles de Curicó, quienes han sabido conjugar identidad, innovación y proyección internacional.
FIESTA CON RAÍZ Y VOCACIÓN
Más que un evento anual, la Fiesta de la Vendimia de Curicó es una celebración auténtica del territorio y de la cosecha de la uva. Es el resultado de una alianza virtuosa entre viñas, emprendedores, artesanos, cocineros y exponentes del folclore local, que año tras año dan vida a una experiencia memorable, en un entorno festivo que respira tradición y orgullo curicano.
“Este sello no solo reconoce la calidad, también valida el aporte de la Fiesta de la Vendimia de Curicó al desarrollo local. Es —y debiera ser aún más— un destino obligado para todos los amantes y entusiastas del vino”, señaló Alejandra Inda, gerente de la Ruta del Vino Valles de Curicó.
UN VINO QUE IMPULSA DESARROLLO
El Sello Vendimias de Chile se concede únicamente a celebraciones que cumplen con 32 criterios técnicos distribuidos en seis áreas clave: promoción de la tradición vitivinícola, organización territorial, calidad del entorno, seguridad y responsabilidad, sostenibilidad ambiental y proyección comunicacional.
Para el alcalde George Bordachar Sotomayor, esta certificación representa mucho más que un logro institucional: “Curicó y su Fiesta de la Vendimia —la más grande de Chile— producen identidad, comunidad, cultura y futuro. Este sello nos motiva a seguir trabajando por la excelencia y la consolidación de esta celebración que nos representa a todos”, afirmó.
UNA MARCA PAÍS NACIDA EN EL VALLE
La Ruta del Vino y sus viñas socias han sido piezas fundamentales en esta consolidación. A través de experiencias que van desde degustaciones entre viñedos hasta encuentros culturales en antiguas casonas, el Valle de Curicó ha sabido forjar un relato enoturístico auténtico, donde cada copa cuenta una historia y cada visitante se transforma en embajador de un valle vivo.
Con este nuevo reconocimiento, el Valle de Curicó reafirma su protagonismo dentro del mapa vitivinícola nacional, y al mismo tiempo proyecta su vocación hacia un futuro sostenible, en sintonía con su historia, su tierra y su gente.
Curicó celebra este hito como una conquista colectiva. Porque en cada vendimia late una tradición, una comunidad y una forma de vivir el vino.